Para curiosos y aprendices de astrofísicos
Por
Hermenegildo de la Calle
Estoy
seguro que muchos coincidiréis conmigo al considerar que con la edad cada vez somos
más conscientes de las muchas cosas que ignoramos, y de aquellas de las que creemos
saber algo cada vez tenemos más dudas, por eso tenemos que admitir la sabiduría
del dicho: solo sé que no sé nada.
Tras
admitir mi ignorancia acerca de tantas cosas y temas, al llegar la jubilación
me ha dado por pensar que sería bueno adquirir “algún” conocimiento de temas
que antes no parecían interesarme demasiado, de forma que renunciando de
antemano a convertirme en un experto, sí por lo menos, tener conocimientos de
ciertos temas.
De
esta forma, procuro leer acerca de astrofísica, matemáticas, filosofía,
historia y cosas así. Se trata de la curiosidad que es una característica que
no debemos perder ni olvidar.
El
libro que os presento se titula: Los tres primeros minutos del Universo; de
Steven Weinberg, Premio Nobel de Física en 1979 y acreditado divulgador
científico.
¿A
quién no le resulta atractivo este título? Yo he disfrutado con su lectura; me
he enterado de muchas cosas y no he entendido muchas otras, sobre todo
técnicas, pero plantea aspectos y teorías muy interesantes que alimentan la
curiosidad y te hacen pensar acerca de la capacidad de la ciencia para
aproximarse y ofrecer una explicación de cómo pudieron transcurrir esos
primeros tres minutos.
Quiero hacer una advertencia previa, no ofrece
ninguna solución para el minuto cero o incluso algún minuto anterior; la
ciencia no alcanza a tanto....de momento.
Comentarios
Publicar un comentario