Retorno a un tiempo pasado, remoto y fascinante
¿Es
posible viajar al pasado?.... No hace mucho oí una noticia que daba cuenta del
resultado de un experimento científico que vislumbraba la posibilidad de poder
viajar al pasado. Aunque nos sorprenda, sospecho que será posible viajar al
pasado de alguna manera, no sé cómo, en un futuro no sé si próximo o lejano.
Desconozco qué sensaciones se sentirán durante esos posibles viajes desde el
futuro al pasado, ni se cómo se comportará nuestro cerebro y nuestro organismo
para adaptarse a convivir en el presente de un futuro próximo y de un lejano
tiempo pasado.
Recientemente,
algunos pudimos experimentar parecidas sensaciones asomándonos desde el balcón
de nuestra casa del presente para interrogar al pasado. Creo no equivocarme si
aseguro que esto es lo que experimentamos todos los que hace unos días
visitamos el Museo de la Evolución Humana en Burgos y cerca de allí los
yacimientos y excavaciones de Atapuerca. De forma paulatina y sin poder
resistirnos, comenzamos a adentrarnos en un mundo fascinante magníficamente
expuesto y comentado por los guías que nos acompañaron, casi sin darnos cuenta
nos sentimos cercanos a nuestros ancestros o parientes más o menos lejanos a
los que casi no conocíamos y que habitaron las tierras burgalesas de esa zona;
teníamos y expusimos muchas preguntas acerca del significado de tantos
hallazgos e hipótesis y el pasado siempre nos respondió a través de sus huellas
y vestigios, de tal forma que nos sentimos próximos a su hábitat de hace tantos
miles y millones de años que nos producía vértigo pensar en la pequeñez de
nuestro período histórico tan breve comparado con los períodos en que esas
tierras eran habitadas por elefantes, monos, osos, águilas pescadoras, microfauna
y flora diversas y diferentes especies de homínidos en diferentes períodos;
todos ellos nos han dejado sus huellas, restos y vestigios para que pudiéramos
entender y conocer cómo se desarrollaba la vida en esos territorios que han
llegado hasta nosotros habiendo experimentado cambios tan sorprendentes.
Algo
fascinante es la forma como se descubrieron los yacimientos de Atapuerca. A
finales del siglo XIX, se tomó la decisión de construir un ferrocarril para
transportar los minerales de carbón y hierro del norte de Palencia y de León al
País Vasco para alimentar su industria metalúrgica. A su paso por la zona de
Atapuerca, se excavó una trinchera en la sierra de Atapuerca que de forma
imprevista dejó al descubierto oquedades a las que en ese momento no se les
prestó mucha atención y no fue sino hasta los años setenta del siglo pasado
cuando por una serie de circunstancias fortuitas se reconoció el enorme interés
de dichas cuevas y se iniciaron las excavaciones encontrándose tan gran
cantidad de restos de todo tipo que actualmente Atapuerca constituye uno de los
mayores yacimientos a nivel mundial que nos permiten avanzar en el conocimiento
de la evolución humana y que ha merecido un interesante reportaje en el último
número (186) de National Geografic (Historia) según nos ha comentado posteriormente
nuestra compañera Mercedes Barba. Como tantas veces sucede los yacimientos de
Atapuerca son una serendipia, palabra que tenía olvidada pero que he
recuperado, y que sirve para denominar a un hallazgo valioso obtenido de forma
casual o accidental; en un sentido más amplio también se refiere a la
posibilidad de deducir situaciones pasadas a partir de hallazgos actuales. Todo
esto se cumple en Atapuerca.
Fue
una visita interesante, sorprendente, estimulante, sugerente y que seguramente
a ninguno nos dejó indiferente; todo esto en un ambiente cordial en extremo,
donde todos disfrutamos de la mutua compañía y con la sensación de querer más
de lo mismo sin importar el esfuerzo y cansancio del viaje. Intentaremos buscar
destinos interesantes para organizar nuevas escapadas.
Hermenegildo
de la Calle
Comentarios
Publicar un comentario