El arte por José Luis Navarro
El hombre recurre al Arte para dulcificar a La Creación.
Una de las
más grandes expresiones del carácter humano es el Arte. Ha sido una conquista
que llevo al hombre al perfeccionamiento
de su inteligencia, sensibilidad moral, observación de la naturaleza, refinamiento
de sus sentidos, interpretación de la belleza,… y bajo la costumbre, le
impregno en todos sus comportamientos y se diluyó en la captación de todos sus
sentidos y sentimientos.
La dulzura y
filatos de la Caballé (Al dolce Guídame..)
de la Ana Bolena de Donizetti. El encuentro del enamorado efebo Nureyev y la tímida
y “derretida” Fonteny en el Romeo y Julieta
de Prokofiev. El beso (y abrazo concupiscente) de Rodín ¡que clama¡ para
deslizar los dedos, con los ojos cerrados,
sobre los recovecos de su superficie. Los tornasolados nenúfares en las
irisadas aguas del estanque de Monet, que ya no se borrarán nunca de la mente.
El adagio del Köchel 622 mozartiano del
clarinetista José Ostranek con el que soñaras despierto. La línea exacta,
austera y pura de una casa de Alvar Aalto (que revoluciono el concepto
arquitectónico de hacía siglos) que te trasmitirá la simpleza de lo infinito
del espacio. La curva perfecta de las sillas de Le Corbusier del Bauhaus (que
humanizo el mobiliario) que te introducirán en la silueta humana del Ser y la
Nada. El grito bajo los cielos rojo o azul de Munch que te sumergirá en el
terror, la protesta y rebeldía ante la soledad del Hombre Desnudo y aherrojado
cósmico,…y mil ejemplos más.
¿Cuál de
estas cualidades artísticas es la preferente?, todas son distintas y la misma:
la poesía es la que mas sugiere y se identifica con el lirismo, el amor y el
alma ( ¿Qué digo esperar. Si estas para
esperar los pies clavados ¿. Lope de Vega.). La danza es la más sensual por que
incita al arrumaco, el beso y al abrazo y es la gloria de la carne. La pintura es la
más intelectual porque exige ser interpretativa para trasladar las
imágenes (y su mensaje) a los rincones adecuados del
cerebro: Hopper pinta el pensamiento de sus silenciosos personajes,
Velázquez el “alma” de su “Tropo vero” de Inocencio X, las orales manos
proclaman el horror en el picassiano Guernica o la confirmación de las palabras
en las elocuentes y afiladas manos en el San Mauricio del Greco, etc… Pero la música es la más interna y sentimental porque no oímos solo con el oído sino también con
el corazón. ..
Y toda la
conquista de esta “creación exclusivamente humana” de lo sublime no ha
necesitado de amenazas ni recompensas, ha sido al margen de la medieval
disyuntiva sacra de la salvación o el castigo. Y ha roto los candados escolásticos, los
adoctrinamientos de los sectarismos ideológicos, la hipocresía sobre la
decencia o el descaro, los frenos a la
imaginación arrastrados por el conformismo y por la historia… Ya lo escribió Nietzsche: “Wir haben Kunst, um nicht von der Wahrheit
sterben. Tenemos el arte para no morir de la verdad.”
La gran Caballé. La Fonteny y Nureyev.
El beso. Rodín. Monet en Givenchy
“ Beethoven es el mejor compositor
Pero Mozart es la música” (V.Karajan) Maqueta de casa en Finlandia. Alvar
Aalto.
Guernica.
Picasso.
Lope. Teatro, ingenio y lirismo. Inocencio X.(Velazquez)
¿MIRAR O VER EN UN CUADRO¿.
Las
hieráticas estatuas griegas, introdujeron a los hombres en el arte, como parte de la técnica y el pensamiento, es
decir la civilización y su hija la cultura.
Durante
siglos se fue amasando la experiencia, la sensibilidad y la fantasía y fueron
apareciendo los estilos, el refinamiento, los gustos y las aficiones. Se sucedieron los cambios y las modas. Y se
abarco todo lo que la inteligencia humana fue capaz de crear y desarrollar.
Se fue
pasando de lo primitivo (mas idea que arte) hasta la belleza del Renacimiento. En pintura se
alcanzo la perfección en la forma, la luz y el color. Pero había que dar un
paso más. Pasar a “darle vida y alma” a los personajes. Hacer que se
expresen las figuras y sentir las cosas y los paisajes.
Entre otros
ejemplos hay escenas que nos pueden ilustrar, dos martirios: Las de Caravaggio y la del Greco.
En la
primera, el maestro del claro-obscuro nos muestra la crueldad de la acción, la
ferocidad de los personajes, la sensación de horror, dolor, lastima de la
víctima. En una escenografía obscena de delectación e indiferencia ante el crimen, como en la
matanza del gorrino. Trátese de un culpable (Holofernes) o de un inocente (San
Juan).
Nota: Caravaggio
se escondió en La Valeta (Malta) prófugo de la acusación de homicidio.
En la segunda, el toledano de Grecia, nos presenta la serenidad de una
discusión alejada del suplicio lejano del protagonista de su cuadro. En el
martirio de San Mauricio, unos soldados romanos hablan sobre las circunstancias
del suceso. Manifiestan con sus manos los argumentos de sus palabras.
Cada
observador puede imaginarse una historia diferente. Las manos hablan, explican,
argumentan. El cuadro ha dejado de ser una simple pintura y se ha convertido en
un libro que produce sensaciones, crea
pensamientos y relata ideas. Escribe una historia y plasma para la eternidad el
raciocinio teológico de la humanidad. El dedo hacia arriba manifiesta la
creencia divina, La palma hacia arriba proclama la interrogación y la duda, la
palma hacia abajo acepta la resignación de lo demostrable. Es un resumen en
tres gestos de la Suma Teológica de Santo Tomas.
Nota: El
cuadro fue pintado para la cámara de Felipe II. Al rey no le agrado y fue
desviado a otros aposentos de El Escorial.
El hombre actual está reflejado en el cuadro de “El grito” de
Munch. Rodeado de una naturaleza
implacable. Densa y aceitosa hasta el
aplastamiento entre el cielo de sangre que por lo tanto piensa y decide (Ya los
egipcios representaban a la sangre y la vida con el mismo signo.) , te observa
y archiva ( ¿Cómo Google ¿) y los
océanos de obscuros abismos acuosos que te engullen, te hunden, te ahogan, te
retienen y te pueden castigar. El grito de desesperación y pánico no lo escucha nadie. Está solo,
rodeado de gente, en la Creación anónima
e inacabable.
Es en una ciudad populosa. Con varios millones de seres
semejantes reunidos y revueltos. Con
idénticos sistemas de vivir. Ya se han retirado. Hopper nos detalla,
milimétricamente, los comportamientos. Hay tres personajes noctarniegos reunidos en una cafetería (el
camarero solo observa). Ni se comunican, ni se hablan. Agotan los estertores de
la jornada antes de retirarse, posiblemente en soledad, hasta el siguiente
día, para hacer lo mismo. En el girar de
las horas, los días, los años,…
El silencio se escucha en la estancia. Hopper ha pintado el
pensamiento y el silencio. Suenan los latidos cardiacos y el resollar de los
pulmones en la respiración desolada.
El arte no solamente ha de producir placer. También debe ser una
fuente de reflexión y búsqueda. De desarrollo intelectual y de refinamiento de
la sensibilidad.
El artista no debe ser solo un gran artesano, sino que ha de trasladar
su espíritu en su obra.
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