Relato de Primavera - La ventana enrejada

Título: La ventana enrejada

Autora: Paloma Quintana.

Podría haber sido cualquier día, pero fue justo ese: el catorce de enero de 1970 cuando ocurrió todo.

Entré en aquella casa, sin deber hacerlo, pero noté un impulso que me resultaba imposible no seguir, así es que empujé la puerta enorme de madera cuarteada, y con una extraña suavidad y sin apenas rozar con nada, se abrió de par en par….

Subí la escalera central de aquél enorme recinto y subí escalón a escalón, con una lentitud que, si no fuera por la emoción que me embargaba, mezcla de miedo y de curiosidad, si no fuera por la emoción digo, me habría resultado imposible subirlos.

Tras esos veinte escalones de considerable altura, de mármol rosa, llegué a una sala sin más, no tenía ni un solo mueble, vacío total y con ese triste aspecto que dan los sitios abandonados, solo un enorme ventanal enrejado abarcaba casi toda la pared central….

Se trataba de una reja vieja, que soportaba una celosía algo rota y de color cobrizo que aun más provocaba una cierta sensación de total abandono. A través de ella era posible ver o más bien vislumbrar, un abandonado jardín, repleto de malas hierbas y árboles viejos sin podar desde, aparentemente, ya mucho tiempo. Un balón, de un color rojo intenso, rodaba, quizás, empujado por el viento, de una pared a otra de aquel jardín.

Me acerqué aún más a la ventana enrejada y me sorprendió una especie de ráfaga espectral que paseaba de lado a lado, no puedo asegurar que lo fuera, pero simulaba una imagen humana envuelta en algo volátil que rodeaba ese aparente cuerpo casi transparente, y fue entonces cuando el espectro volvió su cabeza y pude distinguir unos ojos redondos negros penetrantes y oí, puedo jurarlo, un extraño sonido, un posible mensaje que parecía decir – “Cuidado, no pases más allá de la celosía”- mientras protegía con su cuerpo, o así me pareció, un baúl de piel, de esos antiguos que tantos había antes en las casas.

Naturalmente bastaron esas palabras, aparentemente oídas, para que la curiosidad aumentara aún más mis deseos y ansias de investigar. Así es que empujé la celosía, lo cierto es que se rompió, salté por la ventana y me encontré en un patio, el balón botaba solo, como ya cansado o aburrido, y con botes cada vez menos altos, como cuando la mano infantil deja de hacerlo.

Intenté con todas mis fuerzas buscar al espectro que, minutos antes, me advirtió que no entrara, y fue cuando lo vi subido a unas piedras que, antaño, formaban parte de una fuente situada en el centro del patio, o eso me pareció en ese momento.

Me animó a acercarme, y aunque no lo creáis, comenzamos una extraña conversación…

Primero que si el tiempo, que si tal, pero poco después comenzó a contarme un triste relato acerca de desconsolados amantes perdidos y nunca encontrados….

Contó que en esta casa vivía una hermosa joven de cabellos rubios y cara blanca como la nieve, que diariamente se asomaba a la reja a contemplar a su, parece ser, amado…. Un joven alto, de cabello ensortijado y rasgos africanos…. Y que no pudieron amarse, no fue posible….

Una terrible enfermedad se la llevó un día de otoño, y voló, desapareció como una hoja caída más, y así sin más nunca volvió a verse su nívea cara casi infantil asomada a la reja, y sí, esta misma reja quedó vacía, nadie más volvió a acercarse a ella, a esta reja que yo estaba contemplando ahora mismo………….

Y me aparté de allí, como quien de pronto descubre que algo que hace no está bien, como si pisara algo que no debía…………

Hoy he regresado, han pasado ya cincuenta años, pero la reja sigue intacta, así como el amor verdadero persiste……. Y me acerqué lentamente, no por temor si no porque tenía todo el tiempo del mundo ya…. Y estaba lloviendo a cántaros.

Y fue cuando pude ver lo que antes nunca pude……

Y sí, era otro mundo, un mundo lleno de luz, con tejados multicolores y envuelto en una música suave que parecía acariciar al oírla, sin lluvia, sin viento, un aire suave que empujaba a respirar sin miedo y con tranquilidad…. Y sí, pensé que aún todo puede ser posible….



 

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