El relato más antiguo del mundo
Por José Luis Navarro.
El arte de
narrar parece inherente a nuestra condición humana desde que empezamos a
comunicarnos por medio del habla. Junto a las fogatas en los gélidos inviernos
y bajo la protección de las sombras de los olivos en los tórridos veranos.
Walter Ong (Orality
and Literature), diferencia cuatro etapas en el desarrollo del pensamiento
humano: oralidad primaria, quirografía, tipografía y tecnologías audiovisuales
(oralidad secundaria). La oralidad
primaria ha sido la etapa más larga en el desarrollo de las sociedades humanas.
La escritura es un invento relativamente reciente que se aplica a un número
reducido de lenguas.
Según
Havelock (Preface to Plato) el saber
enciclopédico quedaba encerrado en las narraciones de carácter mítico,
histórico o legendario, y la expresión poética era el medio de transmisión
preferido. Pero cada relato que se ha recreado dentro de la larga tradición
oral, sin dejar de ser el mismo, es diferente de los otros que narran la misma historia.
La variación ha sido la norma en la transmisión de los relatos durante la mayor
parte de la historia de la humanidad, es decir, hasta que se extendió el uso de
la reproducción mecánica y exacta de los textos.
El
egiptólogo francés Gastón Maspéro publicó en 1882 la primera colección de
relatos breves de la época faraónica (Les contes populaires de l’Egypte
ancienne). Los relatos más antiguos de esta colección, conservados en antiguos
papiros encontrados en las tumbas, han sido fechados entre el 2000 y el 1600
a.C. (la Ilíada del griego Homero es del
Siglo VIII a.C., el Gilgamesh sumerio es del 650 a.C. el Mahabharata sanscrito
es del S.III a.C (Asoka 304-232),etc.
Se concluyó
que “Los dos hermanos”, era el relato conocido más antiguo del mundo.
Resumen del cuento:
(tomado de
Google)
“Anup y su hermano menor Bata vivían juntos en la casa
del mayor. Bata trabajaba para él en el campo pastoreando el ganado y labrando
la tierra. Un día, Bata tuvo que regresar del campo a casa a buscar semillas.
Cuando entró, su cuñada, que se estaba peinando, lo tomó de la mano y lo invitó
a acostarse con ella prometiéndole hacerle hermosos vestidos, pero él la
rechazó avergonzándola. Después partió con las semillas, se las dio a su
hermano y se fue a pastorear las vacas.
Cuando Anup regresó a su casa tras la jornada de
trabajo, su mujer le contó llorando que Bata había tratado de aprovecharse de
ella, y como lo había rechazado, él le había dado una paliza. Anup afiló su
cuchillo y se puso a esperar a su hermano detrás de la puerta del establo para
matarlo cuando entrara con las vacas.
Bata regresó con las vacas, pero la primera que entró
al establo le dijo: “Mira que tu hermano te espera detrás de la puerta con un
cuchillo para matarte”. La segunda vaca le dijo lo mismo. Entonces Bata echó a
correr a todo lo que le daban las piernas. Su hermano se lanzó detrás de él.
Bata entonces llamó a gritos a Ra y este dios hizo aparecer entre los dos un
lago lleno de cocodrilos. Bata contó a su hermano lo que realmente había
sucedido. Luego se cortó el pene con un cuchillo y lo tiró al agua, donde lo
comió un pez; entonces se desmayó.
Bata le dijo a Anup: “Como no has apreciado ninguna de
las buenas acciones que realicé y sí creíste una mala que dijeron de mí, no
volveré a la casa; cuida tú de los animales y labra tú la tierra, que yo marcho
para el Valle de la Acacia. Me arrancaré el corazón por medios mágicos y lo
colocaré sobre la flor de la acacia, que crece en lo alto del árbol”. Anup
sabría que su hermano estaba en grave peligro cuando, al beber una jarra de
cerveza, viera que esta echaba espuma. Entonces debía ir a socorrerlo y poner
su corazón en agua fresca para revivirlo. Bata se fue; su hermano Anup regresó
a su casa, mató a su mujer y tiró el cuerpo a los perros para que se lo
comieran.
Pasó el tiempo. Como Bata vivía solo, los dioses le
fabricaron una mujer hermosa con la que Bata vivió tan enamorado que le reveló
el secreto de su corazón. Un día que Bata había salido a cazar, la mujer se fue
a pasear alrededor de la acacia y el dios del río intentó llevársela consigo
por medio de sus olas. Ella corrió a encerrarse en la casa. El río le pidió a
la acacia que le diera algo de ella, y la acacia le consiguió una de sus
trenzas.
La trenza viajó por el agua del río hasta llegar a
Egipto y se quedó enredada en el lugar donde se lavaba la ropa del faraón. El
perfume de los cabellos pasaba a los vestidos del faraón, que regañaba a los
lavanderos por perfumar sus ropas con fragancias de mujer. El jefe de los
lavanderos, intrigado, investigó y descubrió la trenza, la llevó a la corte, y
los escribas la identificaron como de una mujer hija de los dioses. El faraón
envió sus mensajeros por todo el mundo a buscarla. Todos regresaron, pero del
Valle de la Acacia solo volvió uno porque Bata había matado a los demás. Los
soldados fueron al valle y se llevaron a la mujer a casa del Faraón, que la
convirtió en su esposa favorita. Esta le aconsejó que cortara la acacia donde
estaba el corazón de Bata; así él moriría. Y eso hicieron los soldados.
Anup, al ir a beber un vaso de cerveza, vio que esta
echaba mucha espuma y supo que a su hermano le había pasado algo. Durante tres
años buscó el corazón bajo la acacia y al cuarto año lo encontró todo seco; lo
metió en un vaso de agua fresca y se lo dio al beber al cadáver de su hermano, que
resucitó. Los dos hermanos se abrazaron. Luego Bata le dijo a Anup: “Me convertiré
en un toro hermoso que llevarás a la corte del Faraón. Allí me venderás”. Eso
hizo Anup. El toro, al ver a la mujer, habló: le dijo quién era y le recriminó
lo que había hecho. La mujer convenció al faraón para que sacrificaran al
animal. Pero cayeron dos gotas de sangre a la puerta del palacio, y de ellas
nacieron dos enredaderas que producían flores hermosísimas. La favorita del
faraón se dio cuenta y mandó talar las plantas. Una viruta saltó y entró en la
boca de la mujer, que quedó encinta. Al cabo del tiempo dio a luz a un hijo
varón. El faraón amó mucho a este hijo y al morir le dejó Egipto. Entonces el
nuevo faraón reveló a su madre que era su marido Bata; hizo que la castigaran y
nombró príncipe heredero a su hermano Anup, que, a la muerte de Bata tras
treinta años de reinado, se convirtió en faraón.”
El texto de
hace 4.000 años es una descripción sobre el poder, la ambición, la traición y
el sexo. Es decir, continuamos igual.
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