Diálogos de hoy. En el tren....

Por Carmen Burgaleta

María se ha acomodado en su asiento del tren y va repasando mentalmente lo que tiene que hacer al llegar. El tren va con asientos libres, es un martes de marzo, hace frio y el cielo parece cubierto por una niebla, más bien es un cielo terroso, como el que ha dejado esta mañana Madrid cubierto de un polvo rojizo. ¿Sera Calima del desierto ¿No coincide con la temperatura, ni la época del año ¿Qué pude ocasionarlo?

De pronto camina hacia el asiento de enfrente una joven de más de 30 y menos de 40, alta, de aspecto limpio y deportivo, con larga melena castaña, viene acompañada de un varón de cabeza afeitada, orejudo, más bien bajo que viste sudadera de algodón verde oliva y rotulada “Jacks & Jhon´s”. 

La joven deposita decidida un bulto de equipaje cuadrado del color de la sudadera y que muestra a través de dos laterales de plástico un enorme gato. María lo tiene enfrente y la mira, luego se pone a ver el paisaje. 

La pareja tiene dos móviles, los disponen paralelamente e interactúan con los dispositivos permanentemente. En ocasiones se ríen y muestran el móvil al compañero, enseguida se centran y siguen mirando sus pequeñas pantallas, sin descanso. El gato parece recostado y dormido. ¿Estará realmente dormido o es un médium, con el que se conectan a través de los móviles?

El cielo está más oscuro, parece que está anocheciendo, ni siquiera se ven los Olivos, es mediodía y se anuncian la llegada a Córdoba. La pareja deja los móviles y mira al gato, que no se inmuta.

Vuelven a los móviles, ahora la mujer está tecleando, para y se miran de reojo. El gato se empieza a mover y despierta. Juntan las manos y con el móvil miran fijamente al gato un rato. Se miran de nuevo mientras el gato despierto y en tensión los mira fijamente.

Al ver la forma de conexión de estos viajeros y el gato. María se pregunta ¿Serán alienígenas que vienen a participar en el cambio climático, o una vulgar pareja que ha olvidado comunicarse a través de la palabra?.

El tren para y María no deja de mirar al cielo ni al gato que sigue tenso. Ahora llueve intensamente agua con tierra y sigue oscuro. La pareja cierra los laterales de la bolsa y abandona el tren con el gato…